La Audiencia Nacional ordena en firme la demolición de la piscina de Pedro J. Ramírez en la Costa de los Pinos de Son Servera. No se han aceptado los recursos del hijo del periodista y la diseñadora, Tristán J. Ramírez Ruiz de la Prada. Todas las instalaciones en el deslinde marítimo terrestre han sido declaradas ilegales e ilegalizables y se suspende cualquier tipo de Concesión.

Todo indica que el equipo de Jaume Sastre deberá pedir por escrito el cumplimiento de la sentencia y la Demarcación de Costas de Baleares personarse en el domicilio y explicar la dimensión de la misma. Todo indica que Tristán J. Ramírez Ruiz de la Prada intentará agotar todos los recursos que pueda, si existe alguno más, a otras instancias judiciales, después de numerosos pleitos en décadas. Los ecologistas no han desfallecido en esta larga lucha judicial.

El Tribunal Supremo no admitió el recurso contra la decisión de la Audiencia Nacional (AN) de anular la prórroga de la concesión para seguir ocupando hasta 2074 el terreno público marítimo terrestre en el que está construida la piscina. La sentencia de la AN dio la razón al activista Jaume Sastre, representado por el abogado Josep de Luis, para revocar las resoluciones del ministerio de Medio Ambiente que permitían mantener la instalación.

El chalet en que veranea ahora la XIII marquesa de Castelldosríus y XXIX baronesa de Santa Pau perteneció en el pasado al dramaturgo y periodista Joaquín Calvo Sotelo, el hermano del político José Calvo Sotelo y tío del también ex presidente español Leopoldo Calvo-Sotelo. La primera piscina que se construyó en el perímetro colindante a la finca se edificó durante el franquismo, en 1974, con una concesión que caducó en 1995.

En 1999, Ramírez y Ruiz de la Prada compraron la vivienda a la viuda de Calvo Sotelo, y durante el gobierno de José María Aznar el periodista logró una nueva concesión para la piscina, que reformó y amplió no sin levantar ampollas entre los ecologistas. En las inmediaciones de la piscina hubo diferentes movilizaciones y manifestaciones e incluso se bañaron en ella como protesta. Fueron tiempos de severas protestas.