Mientras Rafa Nadal se mete en la final de Roland Garros en París y veremos el domingo si su historia se agranda aún más, en Sant Llorenç des Cardassar lo hacen Hijo Adoptivo y el pueblo tendrá una calle con su nombre a propuesta del Ayuntamiento. Le ha llegado al mito deportivo la noticia, está en todas, y según su entorno, está feliz que pueblos vecinos de Manacor tengan detalles con él. Cientos de voluntarios anónimos trabajaron sin descanso en aquella localidad del Llevant, ellos fueron los auténticos protagonistas, dicen que dijo el deportista. Genio y figura.

Dice la patronal de los empresarios: El shock de oferta provocado por la pandemia de la COVID-19 a finales de marzo, momento en que se establecieron contundentes restricciones a la actividad y la movilidad, junto al shock de demanda derivado prácticamente de inmediato, ha provocado, en este segundo trimestre, un shock económico fortísimo sobre la economía balear, con un impacto devastador que ha derivado en una recesión sin precedentes que compromete la viabilidad de muchas empresas y anticipa un aumento de quiebras empresariales, especialmente en aquellos sectores relacionados con trasporte, comercio, intermediación turística, alojamiento, restauración y ocio, cultura y entretenimiento que se caracterizan por no poder recuperar, en términos de facturación y negocio, lo que se ha perdido.

Aunque, en medio de la pandemia, ninguna economía del planeta ha conseguido escapar de la recesión, la economía balear ha resultado especialmente dañada, tanto por la severidad de las restricciones aplicadas para combatirla, como por la fuerte orientación de su estructura productiva hacia al sector turístico. De hecho, aunque la amplitud sectorial y profundidad del shock sea especifica de cada economía, todas comparten la intensidad e inusitada velocidad de caída de los intercambios comerciales, así como de los niveles de actividad. A este paso nos vamos a la quiebra irreversiblemente.

Cuando vuelvan a llegar los turistas en octubre: Medidas en origen y destino. Los términos del acuerdo incluyen que el Gobierno de España pacte con otros países las medidas que tienen que cumplir sus turistas, tanto a la llegada al destino turístico como cuando regresen a sus casas. En este sentido, se hace referencia a la situación epidemiológica del país emisor de turistas en el momento del viaje.

Si el territorio en cuestión cuenta con una incidencia acumulada de 50 o menos casos por cada 100.000 habitantes, el visitante podrá desplazarse al archipiélago balear sin necesidad de aportar ningún tipo de prueba médica diagnóstica adicional. Sin embargo, en el caso de que el territorio con el que el Gobierno de España acuerde establecer con corredor turístico se encuentre en una situación epidemiológica superior a la citada anteriormente, el viajero deberá llegar con una prueba PCR realizada en origen que indique que no está contagiado por COVID-19.

En estos casos, todos estos viajeros deberán realizarse esta prueba 48 horas antes del vuelo y el resultado de dicho test deberá ser negativo o de lo contrario no podrá viajar. Además, también se deberá pactarse algún tipo de control antes de que estos viajeros abandonen territorio insular. El conceller Negueruela ha explicado que durante este viernes desde el Govern se ha mantenido contactos con los agentes económicos y sociales de todas las islas, así como con los Consells insulares y las federaciones hoteleras, para mantenerles al corriente de las conversaciones, tal y como se ha venido haciendo desde que se constituyera este grupo de trabajo semanas atrás.

Perfil de la persona afectada por COVID-19 en las Illes Balears. El informe de Epidemiología también actualiza los datos acumulados durante toda la pandemia de casos por municipios y establece que la enfermedad ha afectado prácticamente igual mujeres (51 %) y hombres (49 %) y que, por grupos de edad, los más numerosos siguen siendo las personas de entre 30-39 años (2.745), seguidos de los de 40-49 (2.661) y de 20-29 (2.555).

Del total de casos detectados en las Illes Balears la mayoría (un 49,4%) tenían entre 20-49 años, un 21,6% tenían entre 50 y 69 años, un 16,4% eran menores de 19 años y un 12 , 6% mayores de 70 años. Además, un 64 % de los 14.995 casos verificados por Epidemiología hasta la fecha de cierre del informe presentó síntomas, mientras que un 36 % fue asintomático. Un 3,6 % era trabajador de un centro sanitario y un 1,4 trabajaba como sociosanitario. Rafael Gabaldón San Miguel. 

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